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Ahora sí. ¡Bienvenidos al Campamento 2011 "El Señor de las Gallinas"!
Ya hemos entrado de lleno en nuestra Tierra Media particular y nos hemos convertido en hobbits, elfos, enanos y hombres de Númenor, los pueblos libres.
Hemos salido tempranito del recinto ferial de La Peraleda, nos esperaban cuatro horas de viaje hasta Riópar, tiempo que hemos invertido en ponernos al día con los viejos amigos, conocer nuevos, cantar o simplemente dormir.
La llegada al campamento San Juan ha sido justa para descargar mochilas y comer - un potaje de judías pintas y arroz de primero y empanadillas de segundo - para cargar pilas para las actividades de la tarde.
Lo primero era separarse por grupos de edades. Ha sido muy divertido ver a Auri representar a un ent - "soy un árbol y hablo, soy un árbol y hablo..." - o a Álvaro a Gollum. Una vez separados han hecho dinámicas para presentarse los nuevos y recordarse los veteranos.
Y apretaba el calor. Mucho. Así pues hemos pasado un par de horitas en la piscina refrescándonos mientras jugaban con la pelota o a salpicarse. Lo típico.
El resto de la tarde la hemos dedicado a una gymkana por grupos haciendo cuerdas con camisetas, mímica, coger con la boca rocas sagradas de un cubo con agua...
Y tras la cena, lo que estaban esperando durante todo el día: la selección de las Casas. En esta ocasión la luz de la estrella Eärendil les ha mostrado en un papel en el que previamente habían escrito su nombre la casa a la que van a pertenecer por medio de una magia centenaria y de la sabiduría élfica.
Pero como todavía parecía que no estaban lo suficientemente cansados como para irse a dormir les hemos hecho cantar y cantar y cantar hasta que los monitores han quedado exhaustos y los niños... también. Menos, pero también. Así, por fin, les hemos podido mandar a dormir.
Y ahora, con un poco de frio, escribo esta crónica mientras merodeo por el campamento buscando un punto de cobertura 3G para poder subir las fotos y esta crónica. ¿Lo conseguiré? Si leéis esta crónica será que sí...
Hasta mañana.